3 November 2025
 

 

 

Nos dice el Concilio Vaticano II: “Siempre creyó la Iglesia que los… mártires de Cristo, por haber dado el supremo testimonio de fe y de caridad con el derramamiento de su sangre, nos están más íntimamente unidos en Cristo; les profesó especial veneración…e imploró piadosamente el auxilio de su intercesión” (Lumen Gentium, 50). 

Meditación del Papa Francisco al clero de Roma al inicio de la Cuaresma

Jueves 7 de febrero de 2019 – Basílica de San Juan de Letrán

 

 

Buenos días a todos.

Siempre es bueno estar aquí, cada año, al comienzo de la Cuaresma, para esta liturgia del perdón de Dios. Nos hace bien – ¡Me hace bien a mí también! – y siento una gran paz en mi corazón, ahora que cada uno de nosotros ha recibido la misericordia de Dios y la ha dado a los demás, a sus hermanos. Vivamos este momento como lo que realmente es, como una gracia extraordinaria, un milagro permanente de la ternura divina, en el que una vez más la Reconciliación de Dios, hermana del Bautismo, nos conmueve, nos lava con lágrimas, nos regenera, nos restaura nuestra belleza original.

La creación, expectante, está aguardando la manifestación de los hijos de Dios (Rm 8,19)

 

Queridos hermanos y hermanas:

 

Cada año, a través de la Madre Iglesia, Dios «concede a sus hijos anhelar, con el gozo de habernos purificado, la solemnidad de la Pascua, para que […] por la celebración de los misterios que nos dieron nueva vida, lleguemos a ser con plenitud hijos de Dios» (Prefacio I de Cuaresma). De este modo podemos caminar, de Pascua en Pascua, hacia el cumplimiento de aquella salvación que ya hemos recibido gracias al misterio pascual de Cristo: «Pues hemos sido salvados en esperanza» (Rm 8,24). Este misterio de salvación, que ya obra en nosotros durante la vida terrena, es un proceso dinámico que incluye también a la historia y a toda la creación. San Pablo llega a decir: «La creación, expectante, está aguardando la manifestación de los hijos de Dios» (Rm 8,19). Desde esta perspectiva querría sugerir algunos puntos de reflexión, que acompañen nuestro camino de conversión en la próxima Cuaresma.

Al finalizar la Misa de clausura del encuentro vaticano de los líderes de la Iglesia sobre la protección de menores este 24 de febrero, el Papa Francisco lanzó un llamado para luchar en contra del abuso de menores “crímenes abominables que hay que extirpar de la faz de la tierra”.

 

 

En este contexto, el Papa enumeró las directrices que la Iglesia tendrá en su itinerario legislativo, gracias también al trabajo desarrollado en los últimos años por la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores y a la aportación de este encuentro: