10 November 2024
 

27 de abril de 2015. Escrito por: Mons. Luis Augusto Castro - El ministerio de salud y protección social emanó una resolución en cumplimiento de la sentencia T- 970 DE 2014 de la Corte Constitucional para aplicar la eutanasia. La Iglesia católica no está de acuerdo con esta decisión y expresa abiertamente su desacuerdo.

El principio de apoyar la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte natural es un principio moral que tiene que ver con el respeto de la vida y de la dignidad de las personas.

Dado que muchos medios de comunicación han solicitado a la Iglesia católica que se manifieste, pues eso se hizo a través de los mismos medios. Retomo algunos datos que ya habían sido publicados para sintetizar cuanto se dijo.

¿Qué es la eutanasia?

Se llama eutanasia al homicidio de otra persona por razones de compasión, esto es, debido a que está sufriendo mucho y quitándole la vida deja de sufrir. El acto puede tener lugar o por solicitud de quien está sufriendo o por iniciativa de otra persona.

¿Quitarle la vida a otra persona, es un crimen?

Sí, aunque se haga con abogado a bordo. Ojalá a los médicos se les permita la objeción de conciencia porque fueron formados para favorecer la vida y luchar por la vida de las personas hasta el último momento de su existencia. Y Ojalá se estudie lo racional que es que también a las instituciones les sea permitida la objeción de conciencia.

¿Pero acaso, ese crimen no es un acto de misericordia?

Una enfermera mató a muchos enfermos porque sufrían demasiado. Su sentimiento de misericordia la llevó a ello. Pero una cosa es un sentimiento de misericordia que actúa por su cuenta y a veces en forma loca o salvaje, y otra es el valor de la misericordia que sabe conjugarse con otros valores como la vida, el mismo sufrimiento, la sabiduría y la sensatez. No te dejes llevar sólo por el sentimiento, tanto menos cuando consideres la eutanasia.

Si la eutanasia es un crimen, ¿por qué se aprobó?

Porque hay una visión supremamente peligrosa llamada "la calidad de vida". Según esta visión sólo una vida con calidad merece vivirse o dejarse vivir. Esas condiciones de plenitud de vida no la llenan muchas personas que están sufriendo muchísimo a causa de una enfermedad terminal dolorosa, ni niños con profundas deficiencias mentales, ni ancianos demasiado decrépitos, etc. En estos casos no se dan las condiciones de vida digna y se puede eliminar a estas personas bajo el amparo de la nueva ley de eutanasia. Ya Hitler procedió exactamente de esta manera, asesinando muchísima gente.

La iglesia como muchas instituciones y personas sensatas, a la luz de la razón misma, consideran que la vida es un bien superior a cualquier dolor o deficiencia, que no puede estar al arbitrio de cualquier otra persona y es un derecho inalienable. Los cristianos también tenemos un motivo más para rechazar la eutanasia: La vida es un don de Dios. A algunos los motivos religiosos les causan escozor, pues que miren los motivos de la simple razón y sensatez humana.

Tal vez la gente no vea con buenos ojos esta infamia, pero la aprobación le da al acto una mayor respetabilidad social y un ropaje nuevo de legalidad. En realidad muchos crímenes pueden ser legales. Los ríos de sangre cuando fueron asesinados los cristianos eran legales porque fueron decretados por las debidas autoridades. También hoy los ríos de sangre que corren en territorios de orienta en el mundo musulmán, se hacen con la conciencia de que han sido ordenados por las autoridades.

 

Pero una cosa es que algo sea legal y otra muy diferente que algo sea moral. Lo moral busca salvaguardar la dignidad de la vida y evitar que sólo la llamada vida de calidad tenga derecho a vivirse. La moral defiende la vida sin adjetivos porque toda vida es digna aunque sea una vida vivida en condiciones muy difíciles

Pero si una persona está sufriendo mucho, ¿Qué más se puede hacer?

Ayudarla a enfrentar su sufrimiento que es parte de su ser humana. Esta ayuda cada día se perfecciona sea que la misma se ofrezca a nivel espiritual o psicológico o médico.

Aunque la ausencia total de dolor es difícil de lograr, se han logrado muchos avances en este campo. Sin embargo, la presencia del dolor no es un criterio para considerar que una persona le quita a otra la vida o que un médico acepte la solicitud de un paciente de que lo maten.

¿En qué difiere la eutanasia de las llamadas distanasia y ortotanasia?

Distanasia significa mala muerte, muerte con un dolor adicional ocasionado al enfermo. Sucede que una señora está muriendo. Los hijos le dicen al médico: Haga lo que sea pero ella tiene que seguir viva dos días más hasta que llegue el esposo. El médico realiza una serie de terapias excesivas que causan mucho dolor a la víctima. Son terapias no para ayudarla a ella, sino para aceptar los caprichos o razones de los hijos.

Es cuanto se llama obstinación terapéutica o ensañamiento terapéutico cuyo fin es impedir el proceso natural de la muerte y mantener viva artificialmente a la persona a sabiendas del sufrimiento que se le ocasiona.

Ortotanasia significa, en cambio, recto modo de morir. No hay que dejarse confundir. También a la eutanasia la llaman recto modo de morir o muerte diga, pero es un crimen. La ortotanasia es la actuación correcta ante la muerte de quienes atienden al que sufre por una enfermedad terminal. Es una ayuda a bien morir dentro de la aceptación a la muerte natural y que comprende los auxilios espirituales, psicológicos y médicos oportunos. La pastoral de la salud busca ayudar en estos casos, especialmente cuando el enfermo sufre de soledad. + Luis Augusto Castro Quiroga. Arzobispo de Tunja.  Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia