6 October 2024
 

La misión de la familia en la verdad y la esperanza en el México del tercer milenio

La familia está llamada a ser un reflejo del amor y de la vida trinitaria en Dios y, desde esta convicción, la reconocemos como corazón y rostro de la esperanza para la Iglesia y la sociedad en México

LAGO DE GUADALUPE, .- Al término de su XCIII Asamblea Ordinaria, celebrada en Lago de Guadalupe, estado México, del 16 al 20 de abril, los obispos mexicanos han dirigido un mensaje a las familias mexicanas, en el que invitan a unirse al VIII Encuentro Mundial de las Familias de Milán. Fuente: Catholic

Mensaje a las familias mexicanas “Y todos los días, en el templo y de casa en casa, no cesaban de enseñar y proclamar que Jesús es el Mesías” (Hch 5, 42)

19 Mayo 2012. Alfonso Llano Escobar, S. J. Fuente: Periódico el tiempo Colombia. Tanto romanos como judíos, y prácticamente todos los antiguos, entendieron la unión de varón y mujer, como el locus proprius de la concepción de un nuevo ser humano, el lugar apropiado para realizar la procreación.

Matrimonium es palabra latina, con la que los antiguos romanos, anteriores a Cristo, designaron la institución jurídica dentro de la cual la mujer se hacía madre. Por experiencia, sabían que la unión conyugal solía terminar en un nuevo ser humano. La terminación -monium es posible que venga de munus-muneris, oficio. Con lo cual la palabra matrimonio designaría el "oficio de madre". Como la palabra testimonio designa el "oficio de testigo".

27 Mayo 2012. Autor: Pbro. Pablo Arce Gargollo y James P. Socias. (México) fuente: el que busca encuentra. El matrimonio no es, para un cristiano, una simple institución social, ni mucho menos un remedio para las debilidades humanas: es una auténtica vocación sobrenatural.

Para que el Sí de los esposos sea un acto libre y responsable, y para que la alianza matrimonial tenga fundamentos humanos y cristianos, sólidos y estables, la preparación para el matrimonio es de primera importancia.[1]

El matrimonio no es, para un cristiano, una simple institución social, ni mucho menos un remedio para las debilidades humanas: es una auténtica vocación sobrenatural. Sacramento grande en Cristo y en la Iglesia, dice San Pablo,[2] y, a la vez e inesperadamente, contrato que un hombre y una mujer hacen para siempre.

VI Congreso Mundial de Familias

MADRID, domingo 27 mayo 2012 (ZENIT).- el texto de la Declaración de Madrid 2012, aprobada en el VI Congreso Mundial de Familias, celebrado en España, del 25 al 27 de mayo. 2012

Reunidos en Madrid, España, el 27 de mayo de 2012, nosotros, los delegados del VI Congreso Mundial de Familias reafirmamos la verdad de que “la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado” (artículo 16 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos). La familia natural está inscrita en la naturaleza humana y se basa en la unión voluntaria de un hombre y una mujer en la alianza matrimonial de por vida. La institución del matrimonio sobre todo ofrece a la pareja amor y alegría y también tiene como objetivo la procreación y la educación de los hijos. La unión matrimonial también ofrece seguridad en tiempos de problemas, el fundamento de una sociedad que equilibre el orden y la libertad y la solidaridad entre generaciones.